lunes, 12 de mayo de 2014

No necesitamos presión, necesitamos comprensión!


Basados en el dicho "la presión hace diamantes", hemos aplicado este pensamiento para relacionarnos con los otros. Padres, Gerentes, Jefes, Profesores, alumnos, personas en general.

La frase es correcta "la presión hace diamantes" pero nada dice de lo que le hace a las personas. Los diamantes son piedras, las personas somos seres vivientes, sintientes y extremadamente delicados. 

A nadie se le ocurre aplicar presión al pétalo de una flor.
A nadie le debería parecer cuerdo entonces aplicar presión a una persona.

Pero hemos venido aplicándonos presión en diversos modos y formas desde hace ya mucho mucho tiempo, y así estamos. Ojo, algunos sobreviven y se vuelven diamantes, brillan de forma sobresaliente, son resistentes, muy resistentes, claro!, son fríos, muy fríos, pero así es un diamante, brillante, resistente y frío.

Ya estamos maduros para darnos cuenta de que si queremos que algo cambie no podemos seguir haciendo lo mismo, debemos hacer algo diferente. En mi humilde opinión, debemos cambiar la presión y comenzar a actuar desde  la comprensión. 

No necesitamos unos pocos diamantes, necesitamos muchas flores, y estas últimas no se hacen con presión, se hacen con amor y para amar no alcanza con entender, hay que comprender, de esa forma cambiaremos brillo por color, resistencia por suavidad y frío por calor.

1 comentario:

  1. A veces creemos, a mi juicio erróneamente, que podremos mejorar a alguien que vemos comete un error, resaltando el mismo con palabras crudas y mucha rudeza. Creemos que así la persona se dará cuenta de su error y cambiará porque hasta le indicamos como debe proceder.
    Yo creo que esto es un error, la gran mayoría sabe cuando ha cometido un error, a nadie le gusta que le digan que ha cometido un error. Las palabras y el tono de rudeza lo único que crean es resentimiento y temor, temor a equivocarnos que es la mejor forma de aprender, sobretodo si no nos hemos dado cuenta de que hemos cometido un error.
    Por donde yo lo miro, si realmente queremos ayudar a alguien debemos tomar acciones que ayuden a que esa persona se comprenda y así pueda entender porque se equivocó. Una vez que halla alcanzado la comprensión, estará en buen camino de encontrar su propia solución. Lo anterior no admite rudeza sino que necesita comprensión, apoyo y mucha compasión.
    Compasión!, es lo que todos necesitamos!

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