miércoles, 17 de abril de 2013

Tu Hijo, Tu Eespejo


"Si queremos aportar algo trascendente a la sociedad..., ofrezcámosle hijos amados, porque estaremos ofreciendo
personas honestas, productivas, buenas y felices."

Los padres proyectamos en nuestros hijos nuestras expectativas de la vida, nuestras frustraciones, nuestras etapas de la infancia o adolescencia sin resolver, nuestros "hubiera" y nuestras necesidades insatisfechas, esperando inconscientemente que ellos se conviertan en una extensión de nosotros mismos y que cierren esos asuntos inconclusos. Conocer la "parte oculta" de nuestra relación, comprender por qué ese hijo, específicamente ése, nos saca tan fácil de nuestras casillas, por qué nos desagrada, por qué nos es tan difícil amarlo, por qué estamos empeñados en cambiarlo, por qué lo presionamos con tal insistencia para que haga o deje de hacer, nos abre la puerta a la posibilidad de un cambio profundo en la relación con él. Darnos cuenta contribuye a transformar los sentimientos de rechazo, rencor y su consecuente culpa, que pueden resultar devastadores, facilitando el paso al único sentimiento que sana, une y transforma: el amor.

Texto introductorio al libro - Tu hijo, tu espejo de MARTHA ALICIA CHA VEZ MARTÍNEZ


2 comentarios:

  1. La misma autora prosigue y me pareció bueno compartirlo:

    Tal vez al leer esto tu primera reacción sea: "Por supuesto que no, yo no hago eso con mis hijos", pero permíteme recordarte que simplemente no eres consciente de ello. No es que un día te hayas sentado a planear todas estas cosas, sino más bien son cosas no conscientes, es decir, que están manejadas por esa parte de la psique llamada inconsciente, la cual está compuesta por impulsos inaceptables, deseos, experiencias y recuerdos que no pueden ser integrados por el yo. El inconsciente, aunque no se experimenta directamente, ejerce efectos profundos y significativos en tu vida.
    La función del inconsciente es protegernos, resguardar todo aquello que nos es difícil o doloroso enfrentar.
    Pero también puede ayudarnos a cerrar nuestros asuntos inconclusos echando mano de las herramientas personales de que disponemos y nos puede proporcionar todo el potencial necesario para la curación y el cambio, porque el inconsciente no sólo es el depósito del material amenazante, sino además es el cofre de tesoros no descubierto, donde se encuentran tus recursos, tus aprendizajes, tus "cornos".
    Así pues, esto que estoy llamando la "parte oculta" de la relación con nuestros hijos se produce de manera inconsciente y no como resultado de una decisión intencional y consciente por parte de los padres.

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  2. Este si es mío (que maravilla poder responderse a uno mismo!!).

    Me quedé pensando en la frase de la autora "ofrecer a la sociedad personas honestas, buenas, felices y productivas" y el valor que la sociedad de hoy y por ende los individuos como tales le damos a dichos adjetivos. Tal vez sea importante el orden de los mismos en nuestro interior, pregunto?.

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