lunes, 25 de febrero de 2013

Dicha y Felicidad



No es la felicidad quien encuentra a la dicha sino la dicha quien de vez en cuando se encuentra con la felicidad.
La dicha proviene de nuestro interior de sentirnos uno con los demás y con el universo entero, de sentirnos contentos y alegres por esta oportunidad única de ser, que el destino nos regalo. 

La felicidad  o su ausencia son proyecciones  mentales de lo que mi mundo exterior para mi agrado o desagrado me ofrece. Éste mundo exterior es dinámico, cambia constantemente, las cosas, las personas, etc. Así que siendo dichoso aprendo de los momentos menos gratos aceptándolos y abrazándolos en silencio, y procuro disfrutar los momentos de felicidad que intento compartir para que lleguen a otros y por ende retornen eternamente a mi.

El río de la vida corre entre las orillas del placer y el dolor, tocamos ambas orillas. Ese no es el problema, el problema aparece cuando nos quedamos varados en las orillas, ya sea en la positiva o en la negativa. Dejémonos llevar por la corriente, naveguemos y experimentemos el silencio, la soledad y entonces espontáneamente  las tendencias que emergen se vuelven evolutivas, porque en la experiencia del silencio y la soledad está nuestra  conexión con todo lo demás   La soledad es una unión con todo, el aislamiento es estar enajenado, separado de todo. Es mucho mas importante tener esa experiencia de paz interior, que tener una actitud positiva.


Lo que me quedó de un Médico Hindú y un Novell (Chopra y Tagore)

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