Soñador de Fantasías
Un hombre vivía en un sueño de fantasía donde...
No existía el egoísmo
No existía la maldad
Bastaba con obrar bien para alejar las cosas malas
Creía que un acto bueno se valoraba más que muchos malos
Creía que la intención alcanzaba para medir su calidez y calidad de persona
Creyó que sus espaldas siempre estarían cubiertas por lo que siempre caminaba desprevenido
Al despertar descubrió que en el mundo real
Existe mucho de egoísmo
Se oculta mucha maldad
Cosas malas pueden también pasarles a quien hace cosas buenas
Se recuerda más un acto malo que muchos buenos
Para muchos solo cuenta el resultado
Su espalda puede no estar cubierta y caminar desprevenido implica correr riesgos
Mientras intentaba comprender
Conoció el frío del dolor
Sintió ascender al rencor
Lo abrazo la desconfianza
La tristeza recorrió su interior y espantó a su orgullo
Se peleó con su sonrisa ahuyentándola
Por un momento perdió las referencias
Quedó al acecho de la duda
Algo en su interior cambió,
tal vez una parte de su conciencia
tal vez una parte de su cordura
tal vez una parte de su sensibilidad
Decidió entonces elegir un camino
Eligió aprender de la lección
Prefirió entregarse al amor
Abandonar definitivamente al rencor
Guardar en su bolsa los malos recuerdos
Alejar la tristeza ocultando sus lagrimas
Respirar profundo
Poner en su mente la luz de sus estrellas
Reflexionó..
El camino es largo y siempre reconforta a quien es generoso
Lo importante se dijo, es no quedarse demasiado quieto
La quietud despierta al recuerdo y este en ocasiones llama a la tristeza
Así que cuando se toma un respiro permanece atento,
antes de cerrar sus ojos, asegura su bolsa de recuerdos para invocar
en su interior imágenes cálidas, llenas de sonrisas y alegría.
Despertó a lo importante
Abrazar la confianza
Recuperar su orgullo
Reconciliarse definitivamente con su sonrisa
Buscar en su interior algún trozo de inocencia
Seguir adelante desafiante
Arriesgar al corazón
Continuar soñando fantasías.
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