La humanidad tardará mucho o poco tiempo en saberlo,
pero tarde o temprano comprenderá que así como el hombre
aprende a renunciar a ciertos alimentos que lo dañan,
debe también aprender a renunciar a ciertas emociones
que lo perjudican.
Revisar nuestros presupuestos sobre la naturaleza fundamental de los seres humanos,
pasando de lo competitivo a lo cooperativo, abre nuevas posibilidades para todos.
Extractos de "El Camino de la Felicidad" J. Bucay